
En un ejercicio, en un intento de copiar el hermoso oleo de Johannes Vermeer, tuve errores, pero algunos que considero interesantes, y si bien son notorios( y no me convence tanto el resultado), bastante me sirvieron para seguir afinando mi idea de que pocos cambios, aunque sean insignificantes en el momento, y a vista refinada, se hagan mucho más notorios con una simple vista. Esto termina siendo así con varias cosas que la vida ofrece, muchas cosas se terminan viendo mejor de esta manera, con simpleza.
En fin, la "copia" intente hacerla de un libro viejo (publicado antes de la ultima restauración del cuadro) en donde se mostraba al oleo un poco mas destruido que de la que se encuentra actualmente en línea. Es interesante ver como pudieron cambiar tanto la expresiones con unos pocos detalles, sigo insistiendo.
Aprovecho y agrego un pequeño poema (si se le puede llamar así) que realice hace unos días, en un raye espontaneo.
Duelo
Ven, muerte ven.
Ven, y quédate cerca. Aquí;
a esperar mis acciones y reacciones.
Ven, muerte ven.
Que hoy a un alma tendrás que extenderle tu luminosa y frívola mano,
tan famosa y temida de hecho.
Ven, muerte ven.
Que ni crueles agonías, ni dagas ni puñales veras hoy,
así que ven, muerte ven, con tranquilidad; sorpresas para ti hoy no habrá.
Ven ligera, sin madera, ni mortuorio,
que de esas se encargara el otro, el vencedor.
Ven sin fuerzas sobrantes, ven con lo justo,
que para esfuerzos dobles también esta el otro.
Ni el caballo, ni el búho, ni mucho menos el roble,
podrán traer de nuevo de las manos ese néctar, ahora mas cálido y dulce que nunca, que en mi pecho crece y decrece.
De lo sensible la miel se independiza, y empieza a seguir el camino trazado
por las otras almas, las del viejo y no tan viejo mundo, y por la ártica y luminosa mano.
Se independiza y empieza a seguir, ese camino que recorren solo los más puros e intangibles.
Y, por ese camino que hoy se divisa, se que un hombre ha muerto, o tal vez dos.
Cuando este denuevo con tiempo y ganas veo si subo algun otro trabajito.